lunes, 20 de marzo de 2017

La extensión de mi cuerpo

Si uno es lo que fue entonces soy estrellas,
átomos, polvo, hielo, nebulosas,
planetas, galaxias y universos.
Si uno es lo que fue entonces soy todo,
soy mis amigos, soy mis padres,
soy tú y soy ella.
Me pertenezco, tanto así que ella ya es mía,
su mirada es mi mirada,
mis palabras son sus labios,
mis gestos son su cuerpo,

mis pensamientos son los suyos.
Estoy en su mente como ella lo está en mi consciencia.

Ella representa todo lo que pude ser y no fui,
pude haber sido el último hálito de un anciano en la morgue,
pude haber sido la cálida noche de verano que odié,
pude haber sido la fría mañana que amé.
La exquisita fruta que mis sentidos gozan,
la planta que adorna mi habitación,
la guitarra que mis dedos disfrutan,
el molesto insecto que maté sólo porque me fastidiaba
(lo maté porque quise/pude hacerlo).


Ella es la extensión de mi cuerpo que nunca sentiré
como mi propia existencia.

Sin embargo, toda la materia es energía condensada
en vibraciones lentas,
todos somos una sola consciencia experimentándose 
a si misma subjetivamente.
No hay tal cosa como la muerte,
la vida es sólo un sueño
y nosotros somos la imaginación de nosotros mismos.
Si hay un atisbo de verdad en lo anterior eso significa que
a pesar de la distancia,
a pesar del camino recorrido,
nos volveremos a encontrar para ser uno nuevamente.